Inicio este blog para dar rienda suelta a una de mis mayores aficiones, el cine. Voy a hablaros de aquellas películas que más me han gustado, que han conseguido hacerme sonreír, llorar, enfadarme... han despertado los sentimientos que uno cree que una película no puede tocar.
Lógicamente cada uno tiene su propio gusto, pero os recomiendo que veais por lo menos algunas de las que comentaré aquí, porque realmente merecen la pena.
Voy a comenzar con un clásico del cine norteamericano que no me canso de ver una y otra vez.
Matar un ruiseñor (1962)
Dirigida por Robert Mulligan y producida por Alan J. Pakula.
Basada en la novela homónima de Harper Lee, ganadora del premio Pullitzer.
La cinta estuvo nominada a los Oscar en 8 categorías, llevándose la estatuílla al mejor actor principal, guión adaptado y dirección artística.
La película está interpretada en sus papeles principales por Gregory Peck como Atticus Finch y los niños Mary Badham como Scout y Phillip Alford como Jem.
Argumento:
La trama se desarrolla en una pequeña ciudad de Estados Unidos, donde una mujer blanca acusa a un hombre negro de haberla violado.
A pesar de que las pruebas de culpabilidad son escasas, debido a su raza el veredicto será con toda probabilidad desfavorable, por lo que ningún abogado quiere hacerse cargo de la defensa, a excepción de Atticus Finch.
La decisión de asumir la defensa, ocasiona diversos problemas con gran parte de sus vecinos, que están definitivamente en contra, aunque logra un mayor respeto y admiración por parte de sus hijos.
Opinión:
La película está narrada desde el punto de vista de la hija del abogado, Scout, y arroja una visión limpia e inocente, sin prejucios de ninguna clase sobre lo que sucede a su alrededor. Esto nos permite observar tanto la adoración que siente por su padre, como su incompresión antes las injusticias que se producen a su alrededor.
Las interpretaciones no decaen en ningún momento, especialmente la de un esforzado Gregory Peck, que borda el papel de padre y abogado honorable que se enfrenta a todo y a todos con tal de que la justicia prevalezca.
La atmósfera en la que se desarrolla la historia está muy lograda y te envuelve a lo largo de toda la película, consiguiendo que durante dos horas vivas casi en primera persona todo lo que ocurre en ese pequeño pueblo.
En definitiva se trata de un clásico en toda regla, una de mis películas favoritas y que todo el mundo debería ver por lo menos una vez.